El 19 de noviembre de 2025 será una noche que resonará por años. Tras 16 larguísimos años de espera, Oasis vuelve para pisar el Estadio Nacional de Santiago y la euforia es total. El sold out casi instantáneo de la única fecha no es casualidad; es la prueba de que esta banda, que marcó una era del britpop, sigue siendo un gigante musical. Este no es solo un concierto más en el calendario de grandes shows; es, sin duda, uno de los eventos más grandes del año, si no el más importante, y hay razones de peso para sostenerlo.
La principal razón es que no se trata de una simple gira de una banda de leyenda. Es la confirmación de la reconciliación de los hermanos Noel y Liam Gallagher en el escenario, un milagro que muchos daban por imposible. La famosa y mediática pelea entre ellos se había convertido en una leyenda urbana tan grande como su música, y verlos juntos de nuevo, cantando sus hitazos a todo pulmón, transforma el show en algo mucho más que música: es un momento cultural que sella un pacto y reescribe la historia del rock moderno. Pocas veces hemos sido testigos de un comeback con tanta carga dramática.
Además de la historia de los hermanos, está el peso de su legado musical. Oasis es la banda sonora de varias generaciones. Quienes hoy tienen cerca de 40 años revivirán su juventud, ese momento efervescente de los 90, con himnos que se cantan en cualquier bar o karaoke. Pero la magia de este evento es que también convoca a la generación más joven, a los veinteañeros y adolescentes que los han descubierto gracias a sus padres o al streaming. Esto convierte al Estadio Nacional en un punto de encuentro intergeneracional, donde las distintas edades corearán al unísono las mismas canciones, una conexión que solo logran los verdaderos íconos.
En resumen, la magnitud de la vuelta de Oasis tras 16 años y, sobre todo, la reunión de los Gallagher, lo convierte en un hito ineludible. Es la perfecta tormenta: la nostalgia de una era dorada, el morbo por ver a dos figuras irreconciliables juntas y la potencia de un catálogo musical que no envejece. El 19 de noviembre no solo vamos a un concierto, vamos a presenciar un capítulo crucial en la historia del rock en vivo.







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