Escrito por Ki
Estreno: 14/08/25
Crecer duele. Así lo dice el título del nuevo trabajo de Young Posse, pero ojo: este no es un disco para quedarse llorando en la esquina, sino para explotar, bailar, gritar y reírse de los tropiezos que trae la vida. Con Growing Pain pt.1: Free, el quinteto vuelve con un puñado de canciones que son pura irreverencia, confianza y energía, pero con la madurez suficiente para reírse de sí mismas y de lo que las rodea.
Desde el primer segundo, YSSR marca el tono: un manifiesto de poder y velocidad donde Young Posse avisa que está de vuelta para romper el tablero. El beat es vertiginoso, el flow afilado y la actitud, imparable. Tras esto, llega Freestyle, el main title del trabajo. Un himno de autoafirmación, rebeldía y libertad creativa. La canción utiliza la metáfora del freestyle (un estilo libre, sin reglas) para expresar que ellas viven, se visten, se mueven y se expresan sin seguir normas impuestas. Además, en su lírica señalan que no se conforman con estándares preestablecidos por la industria, ni con lo que la sociedad espera de ellas.
Luego llega ADHD, que funciona como una radiografía divertida y caótica de la hiperactividad mental: procrastinar, saltar de un pensamiento a otro y, aun así, cumplir. Una confesión honesta, pero disfrazada de fiesta.
En School’s Out, el grupo baja un poco la velocidad para mirar por el retrovisor. La escuela queda atrás, y con ella, las fórmulas preestablecidas. Es un canto a la libertad y a la incertidumbre que viene después, con un aire de nostalgia y optimismo.
Pero el caos vuelve a aparecer con Mon3y 8ank, un guiño descarado a la cultura del lujo y la ambición. Aquí, el dinero es símbolo de independencia y descaro, y las chicas lo saben usar como arma estética y narrativa.
El momento más travieso llega con Soju, un retrato satírico de la cultura de la bebida en Corea del Sur. Entre anécdotas de borracheras y reflexiones entre copas, la canción mezcla fiesta con crítica, mostrando que detrás de las luces de neón siempre hay un lado menos glamuroso.
Finalmente, Same shit, another one cierra como una declaración de guerra contra la mediocridad. Young Posse no quiere estancarse ni repetir fórmulas; aquí lo dejan claro, con un beat contundente y versos que piden romper las reglas, mirar hacia adelante y nunca quedarse en el medio.
En conjunto, Growing Pain pt.1: Free es un álbum que captura el espíritu contradictorio de la juventud: querer ser libre, pero no tener todas las respuestas; jugar, pero también buscar un propósito; reír, aunque duela un poco. Young Posse lo convierte en música con beats que se sienten como un golpe de energía y letras que, aunque juguetonas, esconden más de una verdad incómoda.
¿Es un disco perfecto? No. ¿Es un disco vivo, vibrante y honesto? Absolutamente. Y quizá eso sea lo que lo hace tan adictivo: que, como crecer, es un viaje un poco desordenado… pero imposible de olvidar.
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