Escrito por: N.G
Fotos por: Tania Morello
Vaya que es difícil escribir una reseña cuando se trata de un grupo que hizo los temas de dos de tus películas favoritas, como 'Your Name' y 'Suzume'. Pero más complicado aún es hacer una reseña de un show donde casi se acercan a la perfección.
El pasado domingo se vivió el debut en Chile de la banda japonesa de J-Rock, RADWIMPS, quienes llegaban para culminar su gira 'The Way You Yawn, And the Outcry of Peace' por Latinoamérica, que los llevó a tocar también en México y en Brasil durante los días anteriores, con bastante éxito.
Desde que se anunció el show de los asiáticos en Chile, la expectación de la fanaticada fue tan grande, que las entradas comenzaron a irse en sólo cuestión de horas. Dicha expectación también se pudo ver a las afueras del Teatro Caupolicán, donde seguidores del grupo esperaban la apertura de las puertas desde las primeras horas de la mañana, con el objetivo de conseguir un lugar en primera fila.
Luego de haber hecho el ingreso de prensa, todo de manera expedita, sólo quedaba esperar a que los chicos salieran a escena. Cosa que se cumplió exactamente a las 20hrs, ni un minuto más ni menos. El caluroso Caupolicán, a oscuras, fue testigo presencial de una marea de gritos y aplausos extasiados para recibir a Yojiro Noda, Akira Kuwahara, Yusuke Takeda y Satoshi Yamaguchi; el sueño de muchas personas se estaba haciendo realidad, por fin.
Posterior a una reverencia hacia el público, RADWIMPS comenzó su espectáculo con los primeros acordes de 'Lights Go Out', que fue el pitazo inicial para este viaje lleno de sentimientos, nostalgia y alegría por más de 90 minutos.
Durante las primeras cinco canciones de los nipones en el recinto ubicado en calle San Diego, se pudo apreciar a toda la banda sorprendida por la gran cantidad de público que llegó a verlos a ellos; de hecho, fue en el único país de la gira latina en donde hicieron un sold out en poco tiempo. Pero aquello no fue lo único llamativo.
El show de RADWIMPS estuvo hecho para sentirlo, donde los sentimientos de escuchar estas melodías en vivo eran más importante que verlos a ellos. Es por esto que durante largos pasajes del show el escenario sólo tuvo unas luces bajas, dejando sólo sus siluetas en el estrado, y transformando en protagonista a la pantalla gigante que proyectaba imagenes como si del universo se tratase.
Los japoneses, a pesar de tener un amplió catálogo de hits a lo largo de su carrera, llegaron a mucha más gente alrededor del mundo por ser los creadores de la banda sonora de dos de las películas animadas más aplaudidas de la última década, me refiero a 'Your Name' y 'Suzume', por lo que no fue extraño que el público se volviera loco cuando comenzó a sonar 'Sparkle' o 'Suzume', sobretodo esta última, cuando al escenario salió la cantante Toaka. Uno de los momentos más gloriosos en lo que va el año de conciertos en Chile. Fue una travesía de emociones tremenda, donde a varios se la cayeron varias lágrimas de la emoción en el sector donde estábamos.
En cuanto a lo musical, RADWIMPS realizó un show que constó de 21 canciones, donde la mezcla entre hits, el paso del rock pesado a canciones lentas, quedaron muy bien encajadas. Pero lo que más se aplaudió fue la tremenda calidad de sonido que gozó la presentación en todo momento; increíblemente bueno, sin ninguna pifia.
Como mencionábamos antes, la banda se mostró visiblemente emocionada y sorprendida, su vocalista agradeció en más de tres ocasiones a las más de siete mil personas que estaban en el Caupolicán, uno de los escenarios emblemáticos del país. A raíz de aquello, creo, es que la banda mostró un ánimo y carisma tremendo, que tocó la fibra del público, creando una conexión que fue fluyendo en todo momento del concierto. Más aún, en el momento en que el bajista y el guitarrista recitaron ciertas frases en español como "estoy muy feliz acá", "pasémosla bien esta noche" y "gracias por haber venido a vernos".
Después de haber tocado la última patita con 'Nandemonaiya', el público aplaudió a más no poder, con una clara incertidumbre sobre si podrán ver a la banda nuevamente en alguna ocasión, por lo que había que demostrarle su cariño. Respondiendo a esto, unos RADWIMPS claramente cansados, pero con unos rostros felices luego de lo que habían hecho, se tiraron una frase cortita pero contundente, muy al estilo asiático: "Sean felices hasta que volvamos a encontrarnos".
De esta forma, se terminaba uno de los mejores shows que ha pasado en Chile durante este año. De esos que crean recuerdos imborrables, de esos que dan ganas de llegar a la casa a seguir escuchando más del grupo. ¡Se pasaron!
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