Por N.GFotos por KiProdujo: Transistor
Con un Teatro Coliseo lleno de energía y expectativa, The Driver Era regresó a Santiago como parte de su Obsession Tour, regalando a sus fans una noche inolvidable llena de música, emoción y momentos únicos.
La velada comenzó con un DJ set de Ryland Lynch, uno de los hermanos del talentoso clan Lynch. Con una mezcla de house, pop y remixes contagiadores, Ryland preparó el terreno perfectamente, logrando que el público bailara y cantara desde los primeros minutos.
Con el público expectante y celulares en alto, The Driver Era hizo su aparición detrás del velo con “Touch” como tema principal, haciendo un performance de luces y sombras en el velo. Justo antes de arrancar oficialmente con “Better” el telón cayó revelando la banda con Ross y Rocky en las guitarras, mientras el público gritaba.
La conexión entre la banda y sus fans fue evidente desde el primer momento. Durante “You Keep Me Up at Night”, el público iluminó el recinto alzando sus luces en un emotivo fan action, desde cancha a platea. La fiesta continuó con éxitos como “The Weekend” y “Same Old Story”, canción que Ross confesó ser una de sus favoritas, mientras el público no dejaba de bailar.
El show siguió con una sucesión de temas coreados de principio a fin: “Don’t Walk Away”, “I’ll Be There”, y la querida “Everybody’s Lover”, donde Ross comenzó cantando sentado en el piso del escenario, creando un momento íntimo y especial.
Uno de los momentos más llamativos fue durante “Nobody Knows”, cuando Ross realizó piruetas sobre el escenario, fusionando al final con el clásico “I Gotta Feeling” de Black Eyed Peas, provocando una explosión de alegría entre el público.
Con interpretaciones intensas de “Low”, “Nothing Left to Lose”, “Natural” y “Can’t Believe She Got Away”, The Driver Era mantuvo la energía en alto. La emoción se desbordó durante “Malibu”, cuando los fans realizaron otro fan action levantando carteles que decían “Stay here in Santiago” justo en el coro “stay here in Malibu”.
La recta final del setlist incluyó himnos como “Is Rather Die” y “Don’t Take the Night”, donde el público lanzó globos al aire, cerrando el show regular en una atmósfera de celebración.
Pero la noche aún no terminaba. Para el encore, The Driver Era regresó para interpretar “Rumors”, “Get Off My Phone” y, finalmente, “A Kiss”, dejando a sus fans con el corazón lleno y la promesa de un reencuentro futuro.
Con una entrega total en el escenario y una producción que supo equilibrar momentos íntimos con estallidos de energía, The Driver Era confirmó por qué su Obsession Tour lleva ese nombre: esta noche, Santiago también quedó completamente obsesionado.
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