El debut de Benjanubes: una propuesta fresca de jazz chileno

 


Un EP directo al corazón. Cuatro temas. Ninguno pasa los cinco minutos. Guitarra eléctrica, saxofón, piano, bajo y batería. Así es Xirimiri, el primer trabajo de Benjanubes —nombre artístico del joven guitarrista chileno Benjamín Olivares—, un trabajo donde lo central es la composición, y eso se deja entrever en los cuatro temas titulados: ArrebolMonsteraLaberinto de Espejos y Xirimiri. También la improvisación y una idea muy propia del paisaje sonoro del norte de Chile.


 

A sus 24 años, Benjanubes trae consigo una herencia iquiqueña que se filtra entre melodías y pulsos, combinando lo digital y lo análogo en un universo íntimo. Su música dialoga con el folclor y una imagen central: la xirimiri, esa llovizna suave y constante que da nombre al disco. “El concepto de xirimiri choca con el ritmo nortino”, explica, “y, con una armonía y melodía contemplativa, busca evocar emociones confusas, como lo sería la lluvia en el desierto”. Y eso es lo que logra: choques, cruces, texturas.


 

Grabado en Moba Studios, Madrid, Xirimiri tiene referencias claras como GoGo Penguin, Tigran Hamasyan, Pat Metheny y Antonio Monasterio Ensamble. Pero lo que suena aquí es otra cosa: el inicio de una voz con identidad propia.




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